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EVALUACIÓN LABORATORIAL DEL LA FUNCIÓN RENAL

La investigación para el diagnóstico de un posible daño renal debe incluir la realización de un perfil bioquímico y un análisis completo de orina. Ya que el diagnóstico preciso de la mayoría de las patologías renales requiere de la interpretación conjunta de estos dos exámenes.

Bioquímica

Como bien sabemos la urea y la creatinina se acumulan en el cuerpo de pacientes a los que les están fallando lo riñones. La concentración de estas sustancias en la sangre, plasma o suero es un indicador útil de la magnitud del grado de retención de productos de desecho del nitrógeno y por lo tanto del grado de falla renal.

Urea:  Molécula pequeña sin carga que no se une a proteínas, Difunde rápidamente a través de todos los compartimentos de fluidos del cuerpo y se filtra libremente en la membrana basal del glomérulo. Factores como el contenido de proteínas en la dieta y las hemorragias gastrointestinales aumentan un poco la concentración de urea en el suero, incluso en animales con función renal normal. Idealmente, las muestras de sangre para la medición de urea en suero deberían tomarse 12 horas después de que el animal haya ingerido alimentos. Cuando la tasa de filtración glomerular total de un perro o gato cae por debajo del 25%, la concentración de urea sérica excede el límite superior del rango de referencia.

Durante las diuresis intensas, aproximadamente el 60% de la urea filtrada es depurada por los riñones y el 40% se reabsorbe. Pero cuando el flujo a través de los túbulos renales se enlentece, se retiene y reabsorbe mucha más urea. Desde el punto de vista diagnóstico, la urea sérica tenderá a infravalorar la TFG en animales deshidratados, es decir, la situación parecerá peor de lo que es, y sobrevalorará la función renal excretora en animales con polidipsia, bien hidratados o en aquellos que estén recibiendo fluido terapia intensa.

Creatinina: El aporte directo de la dieta sobre la excreción de creatinina es bajo, la mayor parte de ésta proviene de la degradación de creatina presente en la musculatura esquelética. Por lo tanto, animales musculados presentaran mayores niveles de creatinina en suero. De forma significativa esta molécula difunde a la luz gastrointestinal para ser metabolizada por las bacterias intestinales, siendo un camino de excreción importante, pero poco considerado, en donde el catabolismo bacteriano intestinal se vuelve significativo es en animales con azotemias graves. En algunos pacientes, las concentraciones de creatinina sérica pueden subestimar la gravedad del fallo renal en la útlima fase de la enfermedad.

La medición de ambas moléculas son medidas insensibles de la disfunción excretora renal, ya que estos parámetros se ven aumentados cuando la tasa de filtración renal ha disminuido hasta en 75% de su capacidad, y en algunos casos se han perdido el 90% de las nefronas. La creatinina no se reabsorbe por los túbulos renales, en cambio la urea si.  Por lo tanto, la creatinina es mejor parámetro al momento de evaluar tasa de filtración glomerular. Sin embargo, esta no aumenta proporcionalmente a la disminución de la TFG, pero representa un criterio útil ya que se filtra libremente y no es reabsorbida en los túbulos renales, se excreta el 100% de la carga de creatinina filtrada.

Electrolitos: La excreción fraccional de sodio cloro y calcio normalmente es inferior al 1%, en contraste a la excreción del potasio y fosforo, la cual es relativamente alta, pudiendo alcanzar el 23,9% y 73% respectivamente. La excreción fraccional de los electrolitos debe determinarse después de un período de ayuno de 12 horas aprox. En pacientes con fallo renal se presenta principalmente hiperfosfatemia, la cual se desarrolla como consecuencia directa de la disminución en la TFG y se da mas o menos en la misma fase de la enfermedad renal que la azotemia.

Uroanálisis

Es una prueba simple no invasiva que proporciona información valiosa sobre el tracto urinario y otros sistemas. Debe ser completo, incluyendo análisis de tira reactiva, densidad por refractómetro y examen del sedimento y siempre debe valorarse en conjunto con el análisis bioquímico. Puede llevarse a cabo mediante la recolección de orina por micción espontanea o cistocentésis, lo importante es recolectar la muestra en un frasco hermético estéril para evitar contaminación y la muestra debe ser analizada dentro de los 30 minutos posteriores a la toma de muestra, si no es posible, conservar refrigerada por no más de 6 horas.

La muestra se evaluará fisica, quimica y microscopicamente,

Examen macroscópico para evaluar cambios en la transparencia, color y olor.

Densidad urinaria:  Se verá incrementada ante la presencia de grandes cantidades de glucosa, proteínas, lípidos y material de contraste. En animales sanos puede variar según el estado de hidratación y la cantidad de líquido ingerido. Este parámetro debe ser medido en conjunto con la tira de orina, ya que cuando existe un incremento marcado de algunos solutos como glucosa proteínas etc. la densidad estará incrementada. Su interpretación requerirá de la evaluación conjunta con la anamnesis, historia clínica, parámetros hematológicos y bioquímicos.

La densidad es una prueba valiosa para la evaluación de la capacidad de concentración y dilución del riñón, ya que la pérdida de estas capacidades esta entre los primeros signos de afección renal tubular.

Tira de orina: Método cualitativo y semi cuantitativo que permite monitorizar las principales pruebas químicas de interés en la orina tales como:

PH: Es ácido en perros y gatos, la alcalinización se puede producir por la dieta, infecciones del tracto urinario con bacterias productoras de ureasa, alcalosis metabólicas y respiratorias, retenciones de orina debido a obstrucción y la contaminación con detergentes y desinfectantes. Las causas de orina acida son principalmente: Acidosis metabolica o resporatoria, vomitos, hipocalemia.

Glucosa: para detectar glucosuria en casos de diabetes mellitus o de estrés en gatos. La glucosuria en usencia de hiperglicemia refleja un defecto en la reabsorción tubular.

Cetonuria: en casos de cetoacidosis diabética e inanición.

Proteinuria: Esta puede ser consecuencia de glomerulonefropatía, defectos en el transporte tubular, inflamación o infección del tracto urinario, hemorragias macroscópicas. Por lo tanto el análisis del sedimento es importante para la evaluación de la proteinuria.

Ratio Proteinuria : Creatinuria   Cuando no hay signos de inflamación en el sedimento y tampoco hay hematuria macroscópica la ratio proteína:creatinina de la orina UPC puede utilizarse para cuantificar la proteinuria, ya que la perdida de proteína se relaciona con la cantidad de creatinina en orina y corregir variaciones en la densidad.

Bilirrubina: El umbral renal para esta molécula es bajo, por lo tanto, pequeños incrementos en la bilirrubina plasmática pueden llevar a bilirrubinuria, siendo detectada antes que la hiperbilirrubinemia o la ictericia. Un aumento puede estar dado por colestasis o anemia hemolítica.

Análisis del sedimento urinario se utilizará principalmente para ver si hay cilindros que nos permite  evaluar túbulos renales y también la detección de cristales en el caso de animales con historia de urolitiasis o con signos clínicos relevantes. Además de la presencia o ausencia de células inflamatorias o epiteliales relevantes para algunos diagnósticos.

 

BIBLIOGRAFÍA

-Villiers E., Blackwood L, 2013 Manual de Diagnóstico de laboratorio en pequeños animales. Lexus ediciones.

-Wittwer F., Manual de patología clínica veterinaria. Ediciones UACh.

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