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PARVOVIRUS

El parvovirus canino tipo 2 (PVC-2) es un virus ADN monocatenario pequeño, sin envoltura, muy relacionado con el parvovirus felino (PVF). En cánidos produce la parvovirosis canina, es el agente infeccioso que más comúnmente produce gastroenteritis hemorrágicas agudas en perros. El PVC-2 es ubicuo en el medio ambiente pudiendo persistir desde siete meses a un año si se dan las condiciones ambientales favorables, es altamente patógeno, produciendo alta morbilidad y mortalidad en cánidos que contraen la enfermedad. La vía de transmisión es fecal-oral por contacto con fómites o vectores mecánicos, pero también puede ser transplacentaria, produciendo miocarditis en neonatos, entre otras patologías.

La carga viral en materia fecal es alta desde la fase aguda de la infección hasta 3-4 semanas después. Tras la infección con el virus el período de incubación oscila de 4 a 14 días, en el cual, aunque asintomáticos, pueden excretar el virus y contagiar a otros perros.  El virus se replica inicialmente en tejido linfoide para luego producir una viremia que persiste por aproximadamente 5 días, luego ataca células con alta taza divisoria; células del tracto gastrointestinal, medula ósea, tejido linfoide, orofaringe y miocitos cardiacos entre otros. A consecuencia de la infección se manifiestan las siguientes alteraciones: destrucción de los precursores de los leucocitos en medula ósea, que sumado a la infección en el timo generan una marcada leucopenia, gastroenteritis hemorrágica que por translocación bacteriana intestinal puede generar sepsis y síndrome de respuesta inflamatoria sistémica(SIRS). Los signos clínicos son diarrea hemorrágica y profusa, vómito, fiebre, anorexia, depresión y deshidratación, los cuales se manifiestan a partir del día 4 a 7 post infección. Las complicaciones pueden ser shock hipovolémico o coagulación intravascular diseminada CID, ambos asociados a septicemia o endotoxemia a consecuencia de la pérdida de la barrera intestinal.

Los hallazgos de laboratorio que podemos encontrar son:

Hemograma:

  • Leucopenia, por neutropenia y linfopenia.  Ya que el virus produce destrucción de las células progenitoras hematopoyéticas en médula ósea y en órganos linfoproliferativos. Además, la demanda del tejido intestinal inflamado hará disminuir la cantidad de células disponibles en circulación periférica. Lo interesante es que podremos utilizar el valor de los Leucocitos para establecer pronóstico, siendo mejor escenario cuando el paciente no presenta leucopenia o se recupera de la linfopenia en las primeras 24 horas. Recomendamos hacer hemograma cada 24 a 48 hrs. en pacientes con gastroenteritis viral por Parvovirus.
  • Anemia regenerativa moderada, la inhibición de la eritropoyesis por efecto del virus no se manifestará en un proceso agudo, ya que la vida media del eritrocito del perro es prolongada.
  • Trombocitopenia o trombocitosis, leucocitosis neutrofílica o monocitosis son otros hallazgos frecuentes en el hemograma.
  • Al frotis sanguíneo es común observar neutrófilos tóxicos.

Bioquímica:

  • Principalmente para la evaluación del estado acido base y y alteraciones electrolíticas:
  • Hipocalemia (por anorexia, vómito y diarrea) + hiponatremia e hipocloremia (por deshidratación hipotónica). Acidosis o alcalosis metabólica (por vómito y origen de la diarrea). Estos parámetros deben ser considerados, medidos y corregidos con terapia de fluidos.
  • Proteínas: Hipoproteinemia, principalmente por hipoalbuminemia. Restaurar con coloides.
  • Enzimas hepáticas: Moderadamente aumentadas, ya que hay menor perfusión hepáticay alta demanda de eliminación de toxinas, por lo que las células comienzan a dañarse.
  • Azotemia: de origen pre renal por deshidratación.

Estos análisis de laboratorio contribuyen a clasificar la gravedad de la enfermedad, evaluar el estado de salud del paciente e identificar posibles comorbilidades, son inespecíficas en el diagnóstico de Parvovirus.

El diagnóstico se llevará a cabo mediante pruebas de inmunoensayo cromatográfico, ELISA y también PCR.

No solo es importante llegar a un correcto diagnóstico, proporcionar una buena terapia de soporte es fundamental!

Nati.

 

BIBLIOGRAFÍA

-Faz, M., Martínez, J. S., Quijano-Hernández, I., & Fajardo, R. (2017). Reliability of clinical diagnosis and laboratory testing techniques currently used for identification of canine parvovirus enteritis in clinical settings. Journal of Veterinary Medical Science, 79(1), 213-217. https://doi.org/10.1292/jvms.16-0227

-Mazzaferro, E. M. (2020). Update on Canine Parvoviral Enteritis. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 50(6), 1307-1325. https://doi.org/10.1016/j.cvsm.2020.07.008

-Mott, J., & Morrison, J. A. (Eds.). (2019). Canine Parvovirus Infection. En Blackwell’s Five-Minute Veterinary Consult Clinical Companion (pp. 337-344). John Wiley & Sons, Inc. https://doi.org/10.1002/9781119376293.ch51